Con el Diario del Lunes… lo hubiera evitado

Después de haber vivido de cerca un accidente hay dos aspectos que nos aturden.

El Diario del Lunes nos hace creer que lo pudimos haber evitado.

El Diario del Lunes nos muestra la cara más perversa de la realidad, nos dice qué no hicimos y qué pudimos haber hecho para evitarlo.

La realidad es que nada pudimos ni podemos hacer para evitar los accidentes, son eventos aleatorios, azarosos, imprevistos, no predecibles, es como la lotería, juega todos los días, pero sólo algunos la ganan, no importa cuánto juguemos ni que tanto estudiemos los números.

El Diario del Lunes nos tortura, nos produce culpa por lo que no hicimos y pudimos haber hecho.

El Diario del Lunes es sólo una fantasía, una ilusión en la que no debemos entrar.

Adentrarse en el análisis del Diario del Lunes sólo tiene una finalidad, corregir el accionar ante situaciones similares.

El Diario del Lunes sólo sirve para aprender.

Que un accidente sea un evento no evitable no quita que no pueda ser prevenible, son aspectos distintos. La prevención no evita que ocurran, sino que reduce esa posibilidad.

Que un accidente sea un evento no evitable pero prevenible no quita que existan responsables por lo ocurrido. Son todos matices de la misma historia.

La Implacabilidad de la Almohada. No hay respuestas, explicaciones o motivos que entienda o le interese. No importa cuantas montañas trepes, cuantos ríos navegues, cuantos kilómetros corras o rutas pedalees, nada te redime frente a ella, es quizás, el peor de los jueces.

Cuando estás en la tranquilidad de la noche, en ese preciso instante en que te estas por dormir, ella te golpea la conciencia y te recuerda lo que no hiciste y pudiste haber hecho. Nada, dejalo ir.

Rosario, 25/03/2019. 
Ing. Néstor Adolfo BOTTA

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