Reconstruyen con éxito cuatro dedos de un trabajador rural
Los accidentes están a la orden del día y pueden ocurrir en un abrir y cerrar de ojos. Los hay de todo tipo. De tránsito, domésticos, laborales… Pero en todos, en absolutamente todos, hay algo que juega un rol fundamental: el tiempo transcurrido entre el accidente y la atención médica recibida. Es verdad que un accidente, sea de las características que sea, paraliza; por eso es fundamental el rol del acompañante o de la persona que se encuentre próxima al accidentado.
Hace dos meses un accidente de trabajo tocó a la puerta de un joven en el área rural en Humberto Primo. Como consecuencia, sufrió una severa lesión en su mano dominante provocada por una máquina industrial utilizada para procesar plástico que le cortó a la altura de la palma y casi por completo cuatro de sus cinco dedos. Sólo el pulgar resultó ileso. La máquina seccionó prácticamente la totalidad de los dedos índice, mayor, anular y meñique privándoles de su aporte sanguíneo. Habían quedado unidos solo por la piel y algunos tendones.
A 7 horas de producido el siniestro, arribó al Sanatorio Santa Fe en la medianoche del 17 de Agosto, que cuenta con una guardia activa de Traumatología. Allí fue evaluado por los doctores Federico Reinares, médico traumatólogo especializado en miembro superior, y Matías Sander, cirujano plástico y subespecialista en reconstrucción microquirúrgica, quienes cumpliendo con las normas protocolares de prevención de COVID confirmaron que se trataba de una lesión severa de desvascularización, que comprometía los cuatro dedos de la mano a nivel de la palma y sólo dejaba indemne el pulgar. El cuadro con el que se encontraron se conoce como “amputación transmetacarpiana”.
Este tipo de lesión es de las más severas y demandantes ya que se requiere urgentemente restablecer el suministro sanguíneo de al menos una arteria y vena por cada dedo, corriéndose a contrarreloj. Las anastomosis (o uniones vasculares) de arterias y venas fueron realizadas con lupas y microscopio quirúrgico, ya que se trabaja en vasos sanguíneos y nervios menores a 0.8 mm. Se trató de una “supermicrocirugía” dentro del campo de la reconstrucción. Luego de casi 9 horas se logró reimplantar satisfactoriamente los 4 dedos.
En el marco de esta intervención llevada a cabo en la capital provincial, el cirujano Matías Sander brindó detalles de la cirugía realizada.
-¿Con qué se encontraron cuando llega el paciente a Santa Fe?
-Nos encontramos con un paciente con un traumatismo severo de avulsión y desvascularización, comprometiendo críticamente el suministro sanguíneo de los cuatro dedos de su mano hábil y solo dejando indemne el pulgar, conocido como “amputación transmetacarpiana”.
-¿Qué fue clave para poder recuperar los 4 dedos de la mano?
-El mecanismo del trauma, el tiempo transcurrido, la forma de traslado del paciente desde el lugar del incidente, la colaboración de un equipo multidisclipanario de trabajadores de la salud y los recursos médico-quirúrgicos empleados para la cirugía fueron, y lo son siempre, fundamentales para la posibilidad de actuar satisfactoriamente.
-¿En qué consistió la cirugía y con qué expectativas ingresaron al quirófano? ¿Era la primera vez que hacían algo de este tipo, o sea si se trató de una cirugía inédita?
-La cirugía implicó restablecer y recuperar el suministro sanguíneo de al menos una arteria y vena por cada dedo, corriéndose a contrarreloj. Las anastomosis (o uniones vasculares) de arterias y venas fueron realizadas con lupas y microscopio quirúrgico, ya que se trabaja en vasos sanguíneos y nerviosos menores a 0.8 mm. Asimismo realizar un aseo de los tejidos que están contaminados o presentan ausencia de vitalidad de forma irreversible y unir segmentos de huesos y tendones. Fueron como 9 horas de cirugía.
Estos procedimientos ya los hemos realizado pero es la primera vez con esta magnitud.
-¿Por qué el tiempo juega un rol fundamental en accidentes de este tipo?
-Porque a medida que el tiempo corre y si no se restablece el flujo sanguíneo con urgencia, irreversiblemente todo el tejido comprometido no sobrevive y se pierde, proceso denominado «necrosis».
-¿Cómo es el presente del paciente?
-Actualmente el paciente se encuentra en su domicilio, en el proceso de rehabilitación de las funciones de su mano, con todos sus dedos «satisfactoriamente vitales».
-Por último, ¿ante accidentes de estas características cómo se debe proceder?
-Lo primero que tiene que hacer la persona que lo asista es llamar a un servicio de urgencias. También es importante que no pierda la calma. La pieza amputada debe ser envuelta en una gasa, apósito o paño húmedos y colocado en una bolsa hermética que se sumerge en un recipiente con hielos (es importante que el hielo no contacte el tejido para evitar una injuria mayor). Si se presenta una avulsión o desvascularización pero sin amputación total, el miembro debe envolverse con gasas humedecidas preferentemente con solución fisiológica. De cualquier manera el primer paso es concurrir con urgencia a un servicio de guardia.
Es positivo difundir este tipo de noticias para que la ciudadanía esté informada y sepa que este tipo de emergencias pueden tratarse exitosamente en lugares que cuentan con una guardia activa de traumatología, como es este sanatorio. Hoy en día es una realidad el salvataje de un miembro amputado o con compromiso grave de su irrigación.
Para lograr el éxito en este tipo de procedimientos es estrictamente necesario de un equipo multidisciplinario, participando personal de enfermería, administrativos, traumatólogos, cirujanos plásticos, anestesiólogos, especialistas y técnicos en diagnóstico por imágenes, fisioterapeutas, entre otros.
PARA SABER
No todos los miembros que se reimplantan o revascularizan recuperan su funcionalidad. Algunos se unen simplemente por una cuestión estética. La movilidad depende de muchos factores: del tipo de la lesión, el estado en el que ha llegado el miembro y en el que se encuentran los vasos y tendones. En cualquier caso, todos los pacientes necesitan mucha fisioterapia.