COP27: Nuevo Récord De Emisiones Contaminantes En Un Mundo Que Se Aleja Del Acuerdo De París
Aún falta definir el texto final de la Cumbre del Clima, que se desarrolla en Egipto y termina en una semana. Uno de los puntos de tensión son las diferencias entre las naciones más ricas y los países en desarrollo frente a los mecanismos para no superar los 1,5°C
La COP27, que se desarrolla en la ciudad egipcia de Sharm El Sheikh, cumple hoy su quinto día y aún no hay definiciones respecto del texto final que debería estar listo dentro de una semana. El meollo de la cuestión será si ese texto, como quieren los países desarrollados, avanza en la construcción de mecanismos para implementar el Acuerdo de París y refuerza el alicaído multilateralismo; o, como quieren los países más pobres se concreta el tantas veces anunciado financiamiento para afrontar la crisis climática que los golpea.
Mientras los delegados siguen preparando esos papers y el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, hace un stop-over en Egipto previo a la reunión de G20, los informes técnicos respecto del camino hacia el que va la humanidad no son alentadores.
En el día dedicado a la descarbonización, el reporte del Global Carbon Project concluye que el riesgo de superar el 1,5 ºC de calentamiento global en nueve años es del 50%. Se prevé que las emisiones disminuyan en China y la UE, pero aumenten en los Estados Unidos e India por el uso de combustibles fósiles.
El informe también señala que las emisiones disminuyeron en la última década (2012-21) en 24 naciones a pesar del continuo crecimiento económico interno, lo que trae esperanza en el desacoplamiento a largo plazo de las emisiones de CO2 y la economía. Entre ellas, hay dos latinoamericanas: México y Uruguay. Alemania, Japón, Bélgica, están entre estos países también.
Con estos datos, el presupuesto de carbono restante (el carbono que se puede emitir a la atmósfera en un periodo de tiempo si se quieren cumplir los objetivos climáticos) para limitar el calentamiento global al objetivo del Acuerdo de París (1,5ºC) se ha reducido a 380 GtCO2 y a 1230 GtCO2 para limitarlo a 2°C durante 30 años.
Este estudio, elaborado por un equipo internacional de más de un centenar de especialistas, complementa al que el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó hace dos semanas, en el que advertía que con las políticas actuales la temperatura va camino a los 2,8 ºC a finales de siglo.
Como se dijo, el estudio muestra que el ritmo de aumento de las emisiones fósiles a largo plazo ha disminuido: mientras que durante la década de 2000 el aumento medio alcanzó un máximo del+3% anual, en la última década su crecimiento ha sido del +0,5% aproximadamente. Sin embargo, ha habido una suba del 1% de las emisiones de origen fósil en 2022, respecto del año pasado, impulsado por el uso del petróleo tras la pandemia de la COVID-19.
El primer emisor de gases contaminantes sigue siendo los Estados Unidos. Biden llegará a Sharm El Sheikh, con un mensaje para miles de delegados que hace tiempo se mostraron escépticos ante las promesas de acción climática de ese país: “Ahora pueden confiar en nosotros”, aducirá Biden según asegura Bloomberg Green.
A pesar de que las elecciones de mitad de mandato probablemente vuelvan a poner a los republicanos al frente de la Cámara de Representantes, la recién promulgada Ley de Reducción de la Inflación dedica cientos de miles de millones de dólares a la energía limpia, a la conservación y a la captura de carbono, dando al país la oportunidad de cumplir su promesa del Acuerdo de París de reducir al menos a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para el final de la década.
Y como los beneficios de la ley afectan a todos los estados, incluido el rojo profundo de Estados Unidos, incluso a los escépticos del clima en el Congreso les resultaría difícil hacerla descarrilar.
Aquí hará varios anuncios sobre apoyos para planes de adaptación y, especialmente, para la reducción de las emisiones de metano. No se espera un apoyo a los fondos para Pérdidas y Daños que quieren institucionalizar los países en desarrollo ya que Estados Unidos ha sido un histórico bloqueador de esta iniciativa.
Hoy se conoció también un reporte de deforestación en la Amazonia y en América del Sur que muestra cifras preocupantes: la pérdida de vegetación nativa en Sudamérica e Indonesia en las últimas dos décadas alcanzó un área más grande que la de Somalia.
“Entre 1985 y 2020, la selva amazónica perdió más vegetación nativa que en los últimos 500 años desde la colonización europea. Si se mantienen las tendencias actuales de deforestación, podría llegar a su punto de inflexión en esta década, pasando de ser un sumidero de carbono a un emisor de carbono”, indica el reporte elaborado por MapBiomas.
“Las conversiones a gran escala, principalmente de vegetación natural hacia áreas antrópicas, están aumentando las emisiones de gases de efecto invernadero debido a cambios en el uso de la tierra, afectando la resiliencia climática de los ecosistemas y agotando las reservas de carbono, lo cual es preocupante en un escenario de cambio climático”, dijo Tasso Azevedo, Coordinador general de la red MapaBiomas. “Esta tendencia, que se puede observar en dos de las regiones más verdes del mundo, Sudamérica e Indonesia, resalta la importancia de la restauración y el mantenimiento de las áreas protegidas para mitigar los efectos del cambio climático”.
Ese mismo informe muestra que el Gran Chaco Americano tiene una de las tasas de conversión de tierras más altas del mundo. Un total de 9,5 Mha de vegetación nativa se perdieron entre 2000 y 2021, o un 10% en comparación con 2000, lo que corresponde a 3,8 gigatonelasdas CO2 emitidas desde 2000 debido a la deforestación. La vegetación nativa del Chaco paraguayo y argentino perdió más de 8 Mha en las últimas dos décadas debido a la expansión agrícola. Paraguay perdió 16,3% (4,4 Mha); Argentina, 8% (4,4 Mha); y Bolivia, 5,2% (0,6 Mha).
El Gran Chaco Americano, es una tierra baja semiárida cubierta por bosques secos mixtos, pastizales y humedales en Argentina, Paraguay y Bolivia, cubre el 6,1% de Sudamérica, o 107,8 Mha.
Entre Brasil, Argentina y Uruguay tenemos la Pampa, una vasta región antes dominada por pastizales naturales. Casi la mitad ya se ha convertido a la agricultura, principalmente a la producción de cultivos a gran escala, que creció un 17,4% en las últimas dos décadas. Al mismo tiempo, las áreas protegidas son menos del 0,5% del bioma. Entre 2000 y 2019, la región Pampeana vió desaparecer 8,5 Mha de vegetación nativa, una pérdida de 16,3% con respecto a 2000, equivalente a 0,7 gigatoneladas CO2.
Día del petróleo y el gas
Hoy es oficialmente el “Día de la Descarbonización”, aquí algunos números:
- 49.000 millones de dólares: esa es la cantidad que se podría haber recaudado en 2022 por pérdidas y daños con un impuesto del 10% sobre los beneficios del petróleo y el gas, según los cálculos de Carbon Brief. La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, hizo este llamamiento esta semana.
- 235%: el aumento de la capacidad de gas que se espera que entre en funcionamiento en 2030, según Climate Action Tracker. Si se quema todo, “despídete de 1,5ºC”, dice el sombrío análisis.
- 636: el número de grupos de presión del gas en la COP27, según Global Witness. Los observadores afirman que los grupos de presión saudíes y de Oriente Medio a favor de la CAC han sido especialmente activos en las negociaciones de la Cumbre.
- 9: cuántos años nos quedan para superar los 1,5 grados centígrados al ritmo actual de emisiones, según el Proyecto Global del Carbono, cuyo informe anual revela que las emisiones van a alcanzar máximos históricos este año.
- 230: los miles de millones de barriles sin explotar que la industria de la extracción de petróleo y gas pretende producir antes de 2030, lo que supondrá 30 veces las emisiones anuales de gases de efecto invernadero de la UE. El gasto mundial en exploración aumentó un 12,4% en comparación con el año pasado.
Por: Laura Rocha
Infobae