Explosión en una mina de Neuquén, una historia con injusta sentencia
En 1944 se produjo uno de los accidentes más trágicos e injustos de la historia minera de Taquimilán, localidad del departamento Ñorquín, ubicada a 15 kilómetros de Chos Malal, en la provincia de Neuquén.
Este hecho quedó grabado en la memoria no solo porque murieron seis personas sino también porque eran tiempos donde la responsabilidad de los accidentes era siempre endilgada a los trabajadores y se ocultaba que realizaban las tareas más riesgosas sin protección.
Ese año, en el interior de la mina “La Esperanza” se produjo una tremenda explosión. “Cerca de 22 obreros y 1 capataz se encontraban trabajando. Fallecieron 6.
La autopsia dio como resultado quemaduras de tercer grado, fracturas de cráneo y lesiones graves que provocaron la muerte”, según consta en los archivos que sobre el accidente recopiló el museo Paraje Confluencia.
Tal como lo establecía el procedimiento judicial, se inició una investigación en el lugar para determinar las causas del trágico suceso. Pero lo más importante en lo que se centraron las pericias fue en encontrar “posibles formas de evitar el accidente y encontrar responsables”, dentro del grupo de obreros, no en el empresariado. Se decía que eran imprudentes o poco capacitados. Pero jamás se dijo que cumplían estrictas órdenes, cuyo incumplimiento derivaba en severas sanciones.
Finalmente, la justicia caratuló el caso como “homicidio y lesiones por imprudencia” y acusó a 3 trabajadores, uno de origen alemán y dos chilenos.
“Estos accidentes fueron evaluados y resueltos bajo la ley de Accidentes de Trabajo de 1915, cuyas resoluciones se apoyaban en la conducta del trabajador. Por ejemplo, ponía en duda si realizaban sus tareas bajo la ingesta de alcohol. Asimismo, le daba oportunidad a los empresarios para decidir su responsabilidad sobre las víctimas”, cuentan los archivos históricos.