La fiscalía francesa pide procesar a directivos de France Telecom por los suicidios de sus empleados

Entre 2007 y 2010, unos 60 trabajadores de France Telecom se quitaron la vida. Alguno lo hizo en plena reunión de trabajo. La empresa, convertida hoy en Orange, quería suprimir 22.000 empleos en tres años y, según dictamina ahora la fiscalía, su dirección emprendió una política de desestabilización de sus asalariados para facilitar los despidos y la reorganización interna. La fiscalía, según la noticia avanzada este jueves por Le Monde, considera que hubo acoso moral y pide que se procese a siete exdirectivos, entre ellos el expresidente Didier Lombard.

Orange se ha negado esta mañana a valorar el fondo de la cuestión. “Es solo una etapa más del proceso. Hay que esperar sobre todo a la decisión del juez de instrucción, que llegará en unas semanas”, ha comentado un portavoz a este periódico.

La ola de suicidios en France Telecom (participada en un 26 % por el Estado francés con hasta 110.000 empleados entonces) fue alarmante en esos años en los que la empresa buscaba adaptarse a la competencia y las nuevas tecnologías. Se contabilizan hasta 60 suicidios entre 2007 y 2010. La fiscalía de París abrió en ese último año una investigación por “acoso moral y puesta en peligro de la vida de terceros” porque la inspección de trabajo halló indicios de que dichos suicidios estaban relacionados con la política de reorganización y mando y con métodos en ocasiones “brutales”.

Además de reducir la plantilla, France Telecom buscaba entonces cambiar de puesto de trabajo a otros 14.000 empleados. El dramático resultado movió a los sindicatos a denunciar a la empresa. Tras los largos años de instrucción, la fiscalía pide el procesamiento de siete exdirectivos por acoso moral. Junto a Lombard serían juzgados sus más próximos colaboradores, el jefe de personal y dos directores territoriales.

La fiscalía reprocha a la sociedad de telecomunicaciones haber generado un clima profesional que producía ansiedad entre sus empleados con diversos métodos, algunos de ellos tan brutales que muchos trabajadores eran incapaces de dormir y sufrían alteraciones graves. Era el resultado de la lapidaria frase entonces públicamente aireada de Didier Lombard: “Conseguiré las salidas [de la empresa] de una forma u otra, por la ventana o por la puerta”.

La abogada de la empresa, Claudia Chemari, se ha manifestado esta mañana desagradablemente sorprendida por la noticia difundida por los medios franceses. El informe fiscal data del 22 de junio pasado y no se ha hecho público como suele ser habitual. “Hay recursos pendientes de ser analizados”, ha dicho a la radio France Info Chemari, que asegura que durante estos años el trato supuestamente brutal dispensado a los asalariados ha sido contestado convenientemente ante las instancias judiciales en este largo proceso aún en fase preliminar. La dirección de la empresa cambió en 2010 y sigue desde entonces en manos de Stéphane Richard, exjefe de gabinete de la entonces ministra de Economía y hoy directora del FMI Christine Lagarde.

Fuente: http://internacional.elpais.com

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