Una fuga de dióxido de carbono en la central nuclear de Ascó (Tarragona) causa un muerto y tres heridos
Un trabajador de la central nuclear de Ascó (Tarragona) murió y otros tres empleados resultaron heridos este miércoles por una fuga de dióxido de carbono (Co2) que se produjo en las instalaciones. El siniestro ocurrió cuando los trabajadores estaban realizando tareas de mantenimiento del sistema antiincendios. Entre los tres heridos por inhalación de gases, uno de ellos presenta un pronóstico grave, explicaron fuentes del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Los Bomberos de la Generalitat desvincularon anoche el accidente de la actividad nuclear.
Tras recibir el aviso a pocos minutos de las siete de la tarde, los bomberos movilizaron a siete dotaciones. Al lugar también se desplazó el vehículo de riesgo químico del cuerpo de emergencias. Tras asegurar la zona, los operarios realizaron tareas de medición para analizar el radio de expansión de la fuga de dióxido de carbono. Los operarios comprobaron que el foco del accidente había sido en una edificación de cuatro plantas, alejada de la zona de generación de energía atómica, por lo que no implicó ningún problema en el funcionamiento de la central ni se produjo una afectación nuclear.
El accidente se originó mientras los trabajadores recargaban con dióxido de carbono unos tanques del sistema antiincendios. Al manipular una válvula, se produjo una fuga de dióxido de carbono dentro de un recinto cerrado. Se trata de un gas que actúa como sofocante de las llamas en caso de incendio, pero que es potencialmente asfixiante para las personas. Entonces, dos de los operarios quedaron gravemente afectados por la inhalación del gas. Finalmente, uno de ellos murió. Otros dos sufrieron una intoxicación leve y el tercero resultó herido de mayor gravedad. Los bomberos rastrearon el recinto donde se produjo la fuga para descartar que hubiera más personas afectadas.
Activa desde 1984
El complejo nuclear produce junto a la central de Vandellós II (también situada en Tarragona) en torno al 50% de la energía eléctrica consumida en Cataluña. En Ascó operan dos reactores nucleares. Ascó I está activo desde diciembre de 1984, mientras que Ascó II entró en funcionamiento en marzo de 1986. Recientemente, el Ministerio para la Transición Ecológica prorrogó las autorizaciones de explotación para alargar su ciclo útil hasta 2030 y 2031, respectivamente. La unidad I se desconectó de la red eléctrica el mes pasado para iniciar los trabajos correspondientes a su 28ª recarga de combustible.
Este agosto, la central Vandellós II, también en la provincia de Tarragona y que está separada de Ascó por una treintena de kilómetros, sufrió una “anomalía” en un transmisor de presión que proporciona señal en un panel de parada remota. El Consejo de Seguridad Nuclear, el organismo público que vela por la seguridad en las centrales, decidió elevar el incidente al nivel 1 (que lo define como “anomalía”) en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares.