Una embarazada sufrió un accidente y le reimplantaron una mano en un hospital público
La mujer sufrió un grave accidente cuando manipulaba una secadora industrial en un lavadero. Fue operada con éxito en un establecimiento de esa ciudad bonaerense.
Romina Hernández se encontraba el pasado martes 10 de diciembre trabajando, como todos los días, en un lavadero industrial del barrio Bernardino Rivadavia, en Mar del Plata. En momentos en que se encontraba manipulando una secadora, el mecanismo de centrifugado comenzó a funcionar con su mano derecha adentro de la máquina.
“Me desesperé y quise sacarla”, contó, en declaraciones a la prensa. Pero pronto se dio cuenta de que estaba trabada. “Hice fuerza y logré quitar el brazo, pero cuando miré sólo me quedaba el hueso”, recordó.
Gracias a la rápida intervención de sus compañeros de trabajo, se le realizó un torniquete para evitar que perdiera más sangre y la llevaron al Hospital Interzonal de Agudos “Dr. Oscar Alende”, de Mar del Plata. La mano, en tanto, fue conservada en una bolsa con hielo, decisión que resultó determinante para que el reimplante se realizara con éxito.
“Estamos orgullosos de la calidad de cirujanos que tienen los hospitales públicos bonaerenses. En este caso me toca felicitar a los profesionales del Alende, porque gracias a ellos en los últimos años el hospital se ha convertido en un centro líder y de referencia en materia de cirugía reconstructiva para la provincia y para el país”, señaló el ministro de Salud, Alejandro Collia.
Sin embargo, la historia de Romina tiene, además, otros matices: la paciente, de 33 años, está embarazada de 5 meses, y en su condición una intervención larga y de alta complejidad tiene más riesgos. Así lo explicó el especialista en cirugía plástica reconstructiva Esteban Escudero, quien aún continúa a cargo de la recuperación de la mujer, aunque actualmente se encuentra en un sanatorio privado, donde fue derivada a través de su ART.
La cirugía
“La situación era delicada por el cuadro en sí y por el embarazo, por eso sabíamos que teníamos que trabajar en tiempo récord para evitar someterla en exceso a la anestesia”, dijo Escudero sobre la operación que duró poco más de tres horas y media. Y añadió: “Si bien en el hospital se realizan a menudo intervenciones reconstructivas muy complejas, hacía unos 20 años que no se reimplantaba una mano, y mucho menos en una paciente embarazada”.
El procedimiento, en el que se unieron tendones, arterias y nervios, implicó además la reconstrucción de la estructura ósea, tanto de la mano amputada como de la muñeca. Asimismo, durante el posoperatorio se realizaron todos los estudios correspondientes para evaluar la actividad fetal, con resultados normales. Romina espera una nena y ya no duda del nombre: se llamará Alma Milagros.
Los médicos le permitieron pasar Nochebuena y Navidad en su casa, pero esta semana volvió a la clínica. El alta lo recibirá en unos días, después de someterse a una de las dos operaciones que le restan: la primera para restablecer la sensibilidad y lograr una fijación ósea definitiva, y la otra y última, de tipo estética, que se llevará a cabo más adelante.
Mientras tanto, está aprendiendo a utilizar la mano izquierda, porque más allá de que el reimplante haya sido exitoso, es muy difícil que recupere la motricidad fina, que permite, por ejemplo, una escritura delicada o el movimiento suave de los dedos. “Con rehabilitación logrará recobrar la fuerza para tomar objetos más grandes como un vaso o un teléfono”, indicó Escudero.
Según explicó, en la próxima cirugía se volverán a suturar los nervios, y dependiendo del estado en el que se encuentren, quizás se extraigan algunos de la pierna. “Habrá que esperar entre 6 meses y un año para que la paciente recupere la sensibilidad al tacto”, precisó el cirujano, quien trabaja con un equipo integrado por el traumatólogo Matías Caracciolo y los residentes de Traumatología y Plástica Reconstructiva Martín Lovagnini y Martín Salas, respectivamente.