Sigue la prohibición de las bolsas plásticas

Cajas, bolsas de tela, carritos y mochilas son algunas de las alternativas a las que recurren cada vez más frecuentemente los clientes de los supermercados y negocios de la provincia. A otros no les queda otra que comprar las biodegradables que los propios comercios venden. Es que en casi todos los departamentos se han aprobado ordenanzas que restringen la entrega de bolsas de polietileno, aunque no en todos han logrado aceptación.

En el Gran Mendoza cuentan con reglamentaciones de este tipo Capital, Godoy Cruz, Guaymallén y Las Heras. Mientras que Maipú aprobó una ordenanza que todavía no se ha publicado y Luján trabaja en un proyecto al respecto.

El último en sumarse a esta era ecológica anti-bolsas fue Las Heras en diciembre del año pasado. “La idea es la sustitución de las bolsas no biodegradables y la propuesta es es que se utilicen otras degradables y reutilizables”, detalló Karina Ferraris, concejala del departamento.

Allí los comercios tienen seis meses para cumplir con la ordenanza. Un aspecto fundamental, según remarcó la edil, es que se apunta solamente a las bolsas tipo “camiseta” que son las que se emplean para llevar varios productos. “No se habla de otras bolsas más chicas que se utilizan para húmedos, que inevitablemente se requieren”, remarcó.

En Godoy Cruz la norma cumplirá un año en mayo y la evalúan como positiva. “Antes de la ordenanza se entregaban por año unos 12 millones de bolsas y esto sin dudas se ha reducido sustancialmente”, aseguraron desde la comuna. Aunque reconocieron que la nueva reglamentación generó, en un principio, mucha resistencia por parte de los vecinos.

“Nosotros hemos trabajado en concientización y entregamos bolsas de tela con las tasas municipales y en cada evento público municipal para que los vecinos se acostumbren a llevar sus bolsas”, señalaron.

Por su parte, en Lavalle cuentan con una ordenanza en este sentido desde hace 4 años. “Se empezó a aplicar y ha tenido muy buena acogida por los negocios”, detalló Pablo Términi, director de Ambiente de la comuna, quien recordó que para fomentar el cambio se repartieron 10.000 bolsas ecológicas. De todas formas, el funcionario reconoció que como se dejó de insistir con el tema algunos negocios volvieron a entregar.

“Por eso volvemos en abril a reforzar la comunicación”, adelantó. Allí apuntan a llegar a la “bolsa cero”, para lo que es fundamental que la gente se acostumbre. “Por eso también hacemos mucho hincapié en la educación en las escuelas”, precisó.

Visiones encontradas

Ante esta catarata de reglamentaciones los usuarios tuvieron que comenzar a adaptarse a cambiar un hábito arraigado por muchos años. Entre ellos hay quienes lo aceptan por considerar que se trata de una mejora para el medio ambiente, mientras que otros lo ven como un esfuerzo sin sentido.

Por una ley provincial

Desde la Secretaría de Ambiente de la Provincia han observado atentamente la progresiva sanción de ordenanzas municipales para restringir las bolsas plásticas.

“Se trata de una movida a nivel internacional. El tema es que en algunos municipios prohíben la entrega total y en otras restringen, lo que me parece mucho mejor”, opinó Miriam Skalany, titular de dirección de Protección Ambiental.

Según su visión, la prohibición total puede generar otro inconveniente: “La preocupación es que ahora para tirar la basura muchas personas compran bolsas negras que no son biodegradables”, aclaró. En ese sentido, expuso que a pesar de las buenas intenciones comunales, se puede estar generando un daño ambiental más serio que la que provocaba la contaminación por bolsas de los supermercados.

Por esta razón, desde Ambiente están trabajando en un proyecto de ley superador. “Estamos buscando una alternativa de solución que permita reducir la cantidad de bolsas, pero que a la vez se puedan reutilizar para otros fines”, adelantó Skalany, aunque reconoció que se trata de una iniciativa que todavía “está en pañales”.

 

Los Andes

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