San Juanico, 39 años de la explosión infernal
La noche iba quedando atrás y comenzaba a amanecer. Era el 19 de noviembre de 1984 cuando una luz iluminó el norte del Valle de México. Se trataba de una explosión ocasionada por la ruptura de una tubería de 20 centímetros de diámetro que transportaba gas licuado de petróleo desde las refinerías hasta la planta de almacenamiento, ambas de Pemex.
A la par del destello, se cimbró la zona de San Juan Ixhuatepec, conocida popularmente como San Juanico, en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México.
La fuerte explosión provocó que los servicios de emergencia de ambas entidades, apoyados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), acudieran lo antes posible para evaluar la situación y socorrer a la gente de la zona.
Según consta en los testimonios de la época, el fuego del primer estallido alcanzó los 200 metros de altura, que pudo verse desde diversos sitios del Valle de México, como el Ajusco.
Las cifras oficiales dieron un saldo de 500 muertos, aunque otras versiones llegaron a decir que fueron entre 800 y mil decesos.
A la estadística letal se sumaba la de los heridos que rondaba en los 2 mil, así como cientos de casas derribadas.
Catalogado como uno de los peores accidentes industriales
A 48 horas del siniestro, alrededor de 10 mil personas fueron evacuadas como medida preventiva.
Esta serie de explosiones que iniciaron aproximadamente a las 5:45 de la mañana, y que prosiguieron hasta las 7:00 horas, fueron calificadas como las más mortíferas registradas en la historia.
Muchos de los que perecieron aún dormían cuando la explosión ocurrió y quedaron carbonizados dentro de sus hogares.
Los periódicos como La Prensa o la revista Alarma! daban detalle de las escenas dantescas, donde hombres, mujeres, niños y hasta perros quedaron en determinadas posiciones, como la de una familia que quedó sentada y calcinada en el comedor de su vivienda.
Algunos alcanzaron a salir de sus domicilios envueltos en llamas
Los testimonios de los sobrevivientes inundaron las páginas de los diarios de aquel entonces. Estos relataban que hubo personas que alcanzaron a salir de sus domicilios con heridas graves; otros tantos también escaparon, pero envueltos en llamas.
Rescatistas, bomberos, policías y soldados no se dieron abasto por el número de lesionados.
“Fue un 19 de noviembre
Cuando empezaba a amanecer
Se escuchó un fuerte estallido
Que hizo la tierra estremecer
Una explosión de gas
Hizo cimbrar
El norte de la ciudad
Miles de niños y familias
Se quedaron sin hogar”.
Fragmento de una canción del grupo de rock El Tri, tras la tragedia.