¿Por qué apostar a la asertividad?

En las últimas décadas, con los avances tecnológicos e innovaciones, se logró que la comunicación sea más sencilla, facilitando estar en contacto con quien sea y cuando sea en cualquier punto del planeta, superando todas las barreras de las distancias. Sin embargo, una de las problemáticas actuales es la continua queja por una insuficiencia o ausencia de comunicación o formas de comunicar indebidas e irrespetuosas.

La importancia de la comunicación.

La palabra comunicación deriva del latín communicat?o que significa compartir, participar en algo o poner en común, siendo esencial para la vida en sociedad, ya que permite que los seres humanos se expresen y compartan información entre sí, establezcan relaciones, lleguen a acuerdos y sean capaces de organizarse. La comunicación ha permitido la evolución de la humanidad en el transcurso de los años. Es tan importante que es imposible no comunicar; en silencio o hasta cuando no estamos haciendo nada, estamos comunicando algo, según Watzlawick en los axiomas de la comunicación. Y la comunicación no es solo verbal por medio de la palabra o la escritura, sino también es no verbal (gestos, la postura y el lenguaje corporal).

Ahora bien, tenemos en cuenta que somos seres sociales, pero la interacción con los demás muchas veces no resulta nada fácil y a veces es conflictiva, por ello debemos tener la capacidad de expresar aquello que creemos importante decir, empatizar con el interlocutor, seleccionar las palabras justas y adecuadas para la ocasión así no generar malentendidos, y nunca dejar de lado los intereses de uno mismo ni menospreciar los del otro, eso es el asertividad.

Tenemos que seguir aprendiendo y desarrollando nuestras habilidades sociales dirigidas a mejorar la asertividad, es una cuestión imprescindible para poder desenvolverse bien con nuestro entorno. Antes de ahondar en el tema, desarrollaremos los dos extremos de la comunicación asertiva.

Estilos de comunicación:

Comunicación pasiva: también conocida como un estilo inhibido, es cuando no decimos lo que tenemos que decir, damos vueltas, se elige guardar, callar y ceder. Suele ser un tipo de comunicación utilizado por personas tímidas, que se muestran inseguras en las relaciones personales, o bien son introvertidas o sumisas, que suelen agachar la cabeza ante cualquier relación con otro, que deciden permanecer en silencio por miedo a ser rechazadas, incomprendidas o recibir un castigo por hablar. Este estado de sumisión, se caracteriza porque dejan de lado sus derechos por una necesidad de conformar al otro o porque que los derechos del otro son tomados como absolutos, para evitar cualquier tipo de confrontación.

Una de las consecuencias de este estilo, es que, ante la adopción de esta comunicación, el alrededor suele aprovecharse y abusar y muchas veces no se dan cuenta ello.  ¿Pero es conveniente no hacer ruido? Realmente no, el precio que se paga es alto. Aquello que no se dice, se calla, se deja adentro y con el tiempo, genera una gran acumulación de tensión y frustración que genera consecuencias físicas y un gran desgaste emocional, y en ocasiones, estallan ante tanta presión, desencadenando en un estado de ira, enojo, crisis y hasta conductas de violencia.

Comunicación agresiva: también conocido como estilo agresivo, es un estilo adoptado que se caracteriza por contemplar los derechos propios en menoscabo de los demás, sin respetar a nadie y obviando los derechos de cualquier persona. Imponen su opinión, menosprecian a los demás y hablan en primera persona. A corto o mediano plazo suelen tener éxito, pero con el tiempo pierden todo tipo de credibilidad y pierden amistades por su difícil trato, todos huyen de él, nadie quiere estar a su lado. Suele ser una característica de los líderes abusivos y autocráticos.

Una personalidad que se destaca por ser orgullosas, agresivos, maleducados, groseros y hasta violentas, con poca empatía y respeto a los sentimientos ajenos, dice todo sin filtro, ridiculiza al otro, pisotea los derechos de los demás. En definitiva, el objetivo de la adopción de este estilo es entrar en una dinámica de poder en la que tenga el control y la otra parte quede minimizada.

Comunicación asertiva: es la comunicación por excelencia, el camino a seguir es el punto medio entre ambos estilos desarrollados, expongo y defiendo mis propios derechos, y opiniones, expreso de manera directa, adecuada y respetuosa mi punto de vista y necesidades emocionales y realizo sugerencias, desde el lado de la honestidad, sin caer en la agresividad o la pasividad, respetando a los demás, pero sobre todo y sin ofensas ni desmerecer al otro. De esta manera se abre posibilidad de diálogo y amistad con los demás reduciendo la posibilidad de generar un conflicto.

«Trata a los demás como te gustaría que te traten.», es sencillo, si queremos ser respetados, debemos respetar al otro. En síntesis, es el equilibrio en el que se tienen en cuenta tanto los propios intereses como los de la otra persona, se comunica de manera honesta y transparente, pero sin intentar dominar a la otra persona. Aunque generalmente el estilo asertivo es el más adecuado, hay situaciones concretas en las que los estilos pasivos o agresivos pueden tener sentido. Por ejemplo, cuando uno cometió un error y no hay manera de justificarlo, por ejemplo, un estilo pasivo y el silencio son necesarios.

¿Se puede aprender a ser más asertivo?

Si, se puede aprender incluso mejorar con la práctica y la reflexión que hacemos de nuestras relaciones sociales. Para ello es importante comunicar de manera respetuosa sin dejarse secuestra por las propias emociones, esto es una característica de la inteligencia emocional. De esta manera aumenta tu autoestima, confianza y a sentirte bien con vos mismo y tu entorno.

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