Mendoza se posiciona como líder en «producción más limpia»
El programa generó que el centenar de pymes locales participantes lograran una reducción del consumo de agua y de energía y la minimización de efluentes.
Unas 100 empresas pymes mendocinas se pusieron a trabajar hace un año en sus fábricas para reformar algunos sistemas y disminuir el consumo de recursos clave como el agua y la electricidad. Forman parte del programa «Producción Más Limpia para Empresas» y la cantidad de firmas participantes deja a Mendoza como líder a nivel nacional.
La idea conductora del programa es clara: hay que adaptar los sistemas productivos para ahorrar recursos y, así, favorecer el ambiente. Para ello, la empresa recibe un subsidio ambiental del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de $ 140 mil. Las pymes perciben un 40% primero y luego el restante 60%, en una segunda etapa, para poder invertir en la refuncionalización de los sistemas de producción.
«Los resultados han sido muy buenos», dijo el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Marcos Zandomeni, ya que «nos permite sumarnos al esfuerzo de la producción y hacer sustentable y competitiva a cada una de las pymes mendocinas. Es importante pensar que el futuro se plantea desde la sustentabilidad para asegurar a las generaciones futuras el recurso».
En cuanto a la localización de las empresas, Zandomeni señala que «es lo que más costó por diversos temores» y trabajaron apoyados en las cámaras empresarias de los distintos sectores económicos como la Coviar, INV o el Centro de Bodegueros del Este, entre otras.
«Cuando el gobierno actúa a través de políticas activas que aportan fondos, además de apoyar con consultores y especialistas, se logra una muy buena combinación de capital, más gestión empresaria pyme y Estado; se participa articuladamente para obtener una mejora en conjunto apuntando a la competitividad», declaró el Secretario de Ambiente.
En esto, los especialistas no dudan de que las mejoras en la producción generan menor gasto de recursos y, por ende, mejora la competitividad.
En promedio, este programa generó que casi el centenar de pymes tuvieran una reducción del consumo de agua y de energía. Pero lo mejor del caso, indica el especialista y coordinador del programa por la Secretaría de Ambiente, Oscar Rubio, fue la minimización de efluentes, esto es de líquidos contaminantes.
«Con pequeños cambios de hábitos o de sistematización en la producción se logran efectos muy significativos para el ambiente, en la optimización de los procesos, reducción de los recursos y hasta mejoras en la producción de materias primas», apuntó.
Puso como ejemplo las firmas vitivinícolas. «En algunos casos -dijo Rubio- se pasó de usar millones de litros de agua a cero». Para esto se compraron equipos de refrigeración para el enfriamiento del vino o hidrolavadoras a vapor para las tareas de limpieza necesarias en una bodega.
Este ahorro en los recursos origina una importante reducción en los costos. «Con pequeñas prácticas, somos más amigables con el ambiente y la pyme se convierte en un negocio más firme, competitivo y menos riesgoso», insistió.
El coordinador del programa señaló que el proceso que se aplica está basado en una revisión integral de cada empresa y de su proceso productivo, para identificar áreas donde el consumo de materia prima, agua, energía, utilización de materiales peligrosos y generación de residuos, puedan ser potencialmente reducidos u optimizados.