La energía renovable, de la terraza a la red nacional
La revolución energética está a un paso de ser realidad en la Argentina. No son los parques solares y eólicos ni los desarrollos en geotermia o biomasa los que la harán realidad sino la verdadera participación ciudadana mediante lo que se conoce como energía distribuida, que significa que cada uno de nosotros puede generar, consumir y hasta vender su propia energía.
Esto será posible gracias a una norma aprobada por el Congreso hace 10 días y permitirá que quienes instalen tecnologías de generación de energía limpia en su casa puedan no sólo contribuir con la lucha contra el cambio climático sino también a ahorrar en sus facturas de luz y gas.
«Es el marco regulatorio que faltaba para que todos los consumidores puedan ser generadores. Con la ley 27.191 sólo podían hacerlo los agentes del mercado mayorista. Al permitir que se genere en el punto de consumo, en potencias chicas, se democratiza el sistema energético y se amplían las posibilidades para generar energía renovable aprovechando el hecho de que el recurso no está concentrado», explica Daniela Gomel, asesora en la ley de energía distribuida del diputado nacional por Cambiemos Juan Carlos Villalonga, uno de sus autores.
Infobae