La contaminación ambiental, el talón de Aquiles del crecimiento de la India

NUEVA DELHI — ¿Por qué India, que ha logrado enormes avances en la lucha contra la pobreza y aspira a ser una súper potencia, no puede controlar su contaminación?

La crisis del smog afecta la imagen de India en el extranjero. Está provocando insatisfacción con el Primer Ministro Narendra Modi, es un lastre para la economía y, de acuerdo con un nuevo informe de la Unicef, podría estar dañando permanentemente el cerebro de los niños.

Los ambientalistas de India reconocen que la contaminación del aire es un monstruo de muchas cabezas con muchas causas. Pero argumentan que Modi no sólo no ha respondido adecuadamente, sino que sus políticas amigables con las empresas, como flexibilizar las regulaciones en las obras de construcción, empeoran aún más el problema del aire tóxico.

A principios de noviembre, el smog en Nueva Delhi se hizo tan denso que no se podía ver a 100 metros. Las autoridades cerraron escuelas, y los hospitales se colmaron de gente con una tos terrible.

Esta época del año, al llegar el invierno, es la peor. Los vapores diesel, el polvo de construcciones, las emisiones de las plantas de carbón y el humo de grandes tramos de cultivos que son quemados se combinan para formar una capa de smog que se espesa por el aire relativamente frío y en calma.

Algunos miembros del equipo de Modi se han apresurado a aprovechar el factor estacional. Harsh Vardhan, ministro de Medio Ambiente, aseguró al público que el problema desaparecería una vez que los vientos empezaran a soplar. Arvind Kejriwal, ministro en jefe del Estado de Delhi, expresó una opinión muy diferente: dijo que Delhi se había convertido en una “cámara de gas”.

Modi ha tomado la delantera en otras cuestiones de salud pública, como su distintiva campaña de construcción de sanitarios, con su rostro en los anuncios panorámicos en todas partes.

No sólo Nueva Delhi tiene una pobre calidad de aire: Mumbai, Chennai, Kolkata, Lucknow, Agra, Ahmedabad y Hyderabad tienen niveles de polución seis veces por encima de lo que la Organización Mundial de la Salud considera seguro.

En 2015, la contaminación fue vinculada a 2,5 millones de muertes en India, según la revista médica The Lancet. El nuevo reporte de la Unicef señala que los altos niveles de contaminación del aire pueden causar neuroinflamación, que daña el desarrollo cognitivo de niños pequeños. Los ambientalistas indios se quejan de que el gobierno de Modi no ha hecho cumplir las restricciones sobre las plantas de energía de carbón y aprobó otras nuevas en áreas que incluyen Delhi.

Los asesores de Modi argumentan que están impulsando la energía solar y tomando medidas contra el tráfico de camiones. Pero continúan con un proceso de décadas de liberalización de la economía de India para ayudarla a crecer.

Los ambientalistas intentan apelar al interés de Modi en mantener altas las tasas de crecimiento de India al decir que la contaminación del aire está afectando la economía.

Argumentan que las imágenes de las nubes de humo de Delhi —y los jugadores de cricket vomitando durante un reciente encuentro entre India y Sri Lanka— ahuyentarán a los inversores. El Banco Mundial estima que la contaminación del aire le cuesta a India al menos 55 mil millones de dólares al año.

Algunos simplemente se han dado por vencidos. Vinay Kesari, un abogado, se acaba de mudar de Delhi a Bangalore con su esposa embarazada. “El factor decisivo”, dijo Kesari, fue que “no queríamos que nuestro hijo diera su primer respiro en Delhi”.

Smog en la afueras de Nueva Delhi el mes pasado. “Aspiramos veneno en cada suspiro”, dijo una militante.

El humo generado por enormes franjas de cultivos quemados en esta época del año contribuye al smog. Barren polvo en las afueras de Nueva Delhi.

 

La Nación

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