Impresionante explosión en otra planta química en China
PEKÍN.- Una explosión en una planta química en el oriente de China mató a una persona y dejó a nueve más lesionadas, informó ayer la prensa estatal, diez días después de un desastre similar en un almacén en Tianjin, donde murieron 123 personas.
La explosión, que tuvo lugar hacia las 20.50 hora local del sábado en Zibo, una ciudad de la provincia de Shandong, provocó a continuación un incendio, que fue apagado durante la madrugada, informó la agencia de noticias estatal Xinhua.
Una persona que trabajaba en la planta murió, agregó la agencia citando a autoridades, y precisó que se investiga la causa de la explosión.
La mayor preocupación era la proximidad del establecimiento a una zona residencial que se encontraba a un kilómetro, y en la que multitud de viviendas resultaron dañadas.
Según publica hoy la prensa oficial china, los efectos de la explosión se sintieron en un radio de dos kilómetros.
Las autoridades ambientales no detectaron contaminación resultante de la explosión, de acuerdo con Xinhua.
La fábrica, perteneciente a Shandong Runxing Chemical Technology Co. producía adiponitrilo, un compuesto químico líquido inflamable y que desprende gases tóxicos al arder. El adiponitrilo se utiliza para hacer nylon y otros productos.
Aunque la causa de la explosión está siendo investigada, se piensa que se debió a que una máquina de la fábrica prendió fuego y después estalló.
La explosión ocurrió luego de otra el 12 de agosto en un almacén de productos químicos en la ciudad portuaria de Tianjin, al este de Beijing. En cuanto a este accidente, el gobierno municipal de Tianjin informó ayer que el número de muertos aumentó a 123, mientras que 50 personas seguían desaparecidas.
Aún se investiga la causa del desastre en Tianjin, pero la prensa estatal ha dicho que el almacén -que contenía cianuro de sodio y otras substancias peligrosas- estaba demasiado cerca de áreas residenciales y que sus operadores pudieran haber obtenido autorizaciones de seguridad falsificadas.
El desastre ha generado preocupaciones sobre la efectividad de los organismos reguladores de China y su capacidad para supervisar industrias en las que sus ejecutivos tienen intereses.
Agencias AP y EFE
La Nación