HABLEMOS DE BURNOUT

El síndrome de Burnout o trabajador quemado es una respuesta a un estrés crónico o una reacción psicológica negativa hacia su ocupación producto de condiciones laborales nocivas y destructivas que deterioran la salud psicofísica de los trabajadores y trabajadoras y trasciende la vida privada, siendo uno de los riesgos psicosociales que más preocupan a las organizaciones.

Se debe recordar que el estrés es necesario para afrontar cada desafío de la vida, nos energiza y nos prepara para la acción, si bien hay un periodo de alarma o reactivación, de resistencia o agotamiento, tenemos la oportunidad de recuperarnos. Cada trabajador percibe y evalúa el contexto laboral en el que está inserto, y de esta manera afrontará el proceso de estrés. El estrés agudo no es perjudicial, pero si lo es cuando se vuelve crónico, es decir, perdura en el tiempo y tiene una gran intensidad y es ahí cuando causa estragos en la salud, por ejemplo, cuando existe una progresión de intentos fracasados por manejar el estrés laboral.

¿EN QUÉ CONSISTE EL SÍNDROME DE BURNOUT?

C. Maslach y S. Jackson lo definieron como “un síndrome de cansancio emocional, despersonalización, y una menor realización personal que se da en aquellos individuos que trabajan en contacto con clientes y usuarios” y se caracteriza por estas tres dimensiones.

  • Cansancio emocional: debido a una insatisfacción permanente en el trabajo, comienza a perderse la capacidad de disfrute. Todas aquellas emociones placenteras que provocaban sus tareas comienzan a decaer, predominando la ansiedad e irritabilidad. En líneas generales, el capital emocional se va consumiendo y el trabajador ve como se vacía su capacidad de entrega personal y psicológica.
  • Despersonalización: se caracteriza principalmente por la aparición de ideas y sentimientos negativos dirigidos a su profesión o rol, y desinterés progresivo hacia su vocación. Hay una marcada cuota de cinismo, sentimientos de impotencia, indefensión y desesperanza personal. Dirige una hostilidad al entorno, que se traduce en la aparición de afectos y actitudes negativas y un trato deshumanizado e inadecuado a los usuarios de sus servicios (clientes, pacientes, etc.)  por medio de humillaciones, maltrato, ausencia de respeto, indiferencia y desinterés.
  • Autorrealización personal: el trabajador entra en un proceso gradual de comenzar a sentirse infeliz con su labor y consigo mismo, afectando la autoestima personal y sus expectativas, además deja de percibir que el trabajo aporta valor a la construcción de las metas y objetivos vitales. Conviven en él, la necesidad de seguir trabajando versus el deseo de abandonarlo, dos aspectos contradictorios.

¿QUÉ CIRCUNSTANCIAS LA GENERAN?

La encuesta de Bumeran en Argentina en 2020, arrojó que el 87,90% de los encuestados aseguró haber sufrido síndrome de Burnout durante el periodo del COVID-19. En cambio, la universidad Siglo 21 en uno de sus estudios comentan que “en el marco de la pandemia de Covid-19 2021, un 5% más de trabajadores padecieron de síndrome de estrés laboral crónico, también llamado “Síndrome de Burnout”.

El Síndrome de Burnout es una situación que se va generando progresivamente hasta desembocar, en muchas ocasiones, en un estado que provoca inconvenientes para continuar con el trabajo habitual. Pero suele asociarse principalmente aquellos puestos de trabajo que implican la atención a clientes, por ejemplo, profesionales de la salud, trabajadores sociales, maestros, personal de call center y otros oficios, puede predisponer a un mayor riesgo de desarrollar la condición. Pero esto no significa que no pueda ocurrir en otros puestos, profesiones u oficios.

Existe una gran cantidad de motivos que pueden desencadenar en Burnout, producto de la exposición de un largo período de tiempo a situaciones laborales caracterizadas por cargas excesivas de trabajo, tanto físicas como mentales y ser percibida como desbordante a sus capacidades, o también sobrecarga emocional, condiciones que implican gran presión, funciones que son monótonas, repetitivas o tienen poco control sobre su tarea, por ausencia o poca claridad de los procedimientos y funciones del puesto, falta de formación para cumplir ciertas funciones, etc.

También ocurre en trabajadores con estilos de vida estresante, que son muy autoexigentes y perfeccionistas, además de tener dificultad para conciliar el trabajo y su vida personal, no satisfacer su interés laborales o profesionales, o estar inserto en condiciones de trabajo en el que el clima laboral es hostil, con relaciones conflictivas entre pares y lideres, ausencia de apoyo social y empresas donde el acoso laboral es moneda frecuenta.

CONSECUENCIAS DEL BURNOUT

  • Físicas: existe la sensación de cansancio y malestar, una especie de fatiga crónica, dolores de cabeza, afecciones cardiovasculares, insomnio, desordenes gastrointestinales, etc.
  • Emocionales: la aparición de emociones de carácter displacentero, afectando el humor y el estado de ánimo, en estos casos, los trabajadores/as se sienten irritados, frustrados, impacientes, se aíslan de su entorno, además de elevados niveles de ansiedad, etc.
  • Cognitivas: dificultad para concentrarse y prestar atención, aparición de pensamientos negativos y pesimista, rumiación, desmotivación, dificultad de toma de decisiones, pproblemas de memoria, etc.
  • Conductuales: llanto inespecífico, se muestra frío, distante, desinteresado, exaltado, predominando actitudes y conductas de carácter negativo, etc.
  • Profesionales y laborales: deterioro en la calidad del servicio, la atención al cliente y en las relaciones con sus pares y jefes, afecta la productividad y el desempeño laboral, comienza a ausentarse, llegar tarde, es propenso a accidentarse y enfermarse, menor compromiso y desinterés en sus tareas, etc.
  • Extralaborales: este padecer trasciende la órbita de lo laboral, llegando a generar complicaciones en su vida privada, un deterioro de las relaciones y a un aumento de los conflictos interpersonales con su familia, amigos y todo el entorno que lo rodea, etc.

Es importante mencionar que, si padece algunos de estos síntomas, es de suma importancia no ignorarlos y acudir a un profesional de la salud para generar un diagnóstico exacto. Es importante que las empresas estén atentas ante este malestar y otros, producto de factores de riesgo psicosocial, que afectan la salud de los trabajadores y promuevan estrategias capaces de revertir esta situación para generar bienestar y satisfacción en los trabajadores.

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