Ex colectivero y socio de su hijo: quién era el hombre que murió tras caer por una rejilla de ventilación a metros del Obelisco
El hijo de Claudio llegó unos minutos más tarde. Estacionó donde pudo en medio del tránsito y de otras combis que esperaban al malón de turistas y espectadores a la salida del espectáculo de Teatro Tango Porteño, donde estaba el cine Metro. Lo que supo después fue que su papá, que además era su socio, había caído 10 metros en el hueco de ventilación de un estacionamiento subterráneo y pedía ayuda.
Eran las 23 y Gianluca (21) empezó a llamar a Claudio Trejo (53). No atendía el teléfono, no aparecía y se empezó a desesperar. Los pasajeros estaban cerca de salir y él todavía no aparecía.
Inquieto, salió a ver si encontraba la camioneta y ahí estaba, detenida. Pasaron algunos minutos más de desesperación, no sabe bien cuántos, hasta que escucharon los gritos: el conductor había caído en una reja rota, sin mantenimiento, en pleno Cerrito entre Lavalle y Tucumán, a metros del Obelisco.
En ese horario, explican a Clarín, la cuadra se llena de traslados porque el teatro ofrece el servicio junto a la cena y la entrada al espectáculo. Los pasan a buscar por puntos fijos, hoteles o departamentos del centro porteño, Palermo, San Telmo, Puerto Madero o por paradas fijas.
Hacía tiempo que Claudio y Gianluca eran parte de los traslados junto a la empresa familiar Giro Clab’s Turismo. Este jueves estacionó en la calle Cerrito, donde se pudo, y bajó para preparar todo para los pasajeros que tenían que salir. Fue en ese movimiento que pisó la vereda y las rejas que debían tapar los huecos de ventilación, sin mantenimiento ni revisión, cedieron.
El hombre cayó al vacío.
«Si la alcantarilla esa hubiera estado en condiciones, si eso no hubiera estado roto, mi marido estaría con nosotros», lamenta Silvia Maldonado, la esposa de Claudio mientras espera que le entreguen el cuerpo para poder despedilo en una casa velatoria de Isidro Casanova.
Silvia y Claudio tuvieron tres hijos, uno de 13, otro que cumplirá 15 años este domingo y el más grande, Gianluca, que trabajaba junto a él. Además, él tenía una cuarta hija de 28 años producto de una relación anterior.
Trejo fue chofer de colectivos en la línea 103, también para otras empresas de traslados hasta que logró comprar su propia camioneta e iniciar su negocio familiar.
Desde el Gobierno de la Ciudad advirtieron que lo que «cedió es la rejilla de ventilación del estacionamiento subterráneo que está concesionado, tapa una boca de ventilación de un garaje privado».
Ante la desesperación por el accidente, Gianluca llamó a su pareja, Camila Fernández, y le pidió que fueran enseguida. En paralelo, llamaron al 911 y Bomberos de la Ciudad rescataron a la víctima. Para hacerlo, tuvieron que irrumpir en un estacionamiento vecino para poder acceder al lugar donde estaba Claudio.
Todavía tenía signos vitales, lo inmovilizaron y lo trasladaron en una ambulancia del SAME al Hospital Ramos Mejía. Tenía «traumatismos varios».
Poco después falleció por la gravedad de las heridas. Por la muerte, se inició una causa en la que intervino la fiscalía porteña N°13 a cargo de Andrea Scanga.
La fiscal pidió que tomen declaración a los testigos, que se recolecten las cámaras de seguridad de la zona y que se realice un plano del lugar con fotos y un dictamen de los bomberos.
Además, pidió la autopsia de Trejo y la historia clínica para verificar qué lesiones trataron en el centro de salud. Según indicaron a Clarín el hombre falleció alrededor de la 1.55.
«Nosotros, ahora, lo único que queremos es despedir a mi suegro y después vamos a seguir con la denuncia contra la Ciudad, contra el estacionamiento, contra quien haya sido responsable de que esto esté así», cerró Camila en diálogo con Clarín.
