En inédito operativo analizarán el ambiente en San Nicolás

Las universidades de La Plata, Río Cuarto y Rosario intervendrán en un relevamiento impulsado por entidades proteccionistas.

El Foro Medioambiental de San Nicolás (Fomea), Protección Ambiental del Río Paraná, y otras organizaciones proteccionistas impulsan la realización de un relevamiento sanitario para determinar el estado de salud de la población del barrio Química de esa ciudad bonaerense y generar una base de conocimiento que permita modificar o adoptar políticas púbicas en materia de salud y cuidado del ambiente.

El inédito operativo que se realizará en los próximos meses, en fecha a confirmar, tendrá la participación de profesionales especialistas de la facultad de ciencias médicas de la Universidad Nacional de Rosario, de Ciencias Exactas y de Medicina de la ciudad de La Plata y de Medicina de Río Cuarto (Córdoba).

La iniciativa surgió por la necesidad de identificar las causas de la alta incidencia de casos de cáncer, entre otras afecciones, en el barrio nicoleño que circunda a una de las compañías químicas más cuestionadas de la región. El despliegue de especialistas permitirá además realizar análisis en profundidad sobre la relación de los habitantes del barrio y los indicadores ambientales, así como el impacto que genera en los pobladores y el ambiente la actividad de la industria química de la región.

Muestras de sangre. «Dentro del relevamiento general, también se harán análisis sobre muestras de sangre de la población del barrio Química, cuyos vecinos son los más perjudicados y asentaron la primera demanda contra la empresa Atanor en 2009», adelantó el presidente de Fomea, Edgar Panigatti.

«En ese sector —abundó— se dieron numerosos casos de personas fallecidas por cáncer y hoy hay mucha gente que padece esa enfermedad y otras dolencias».

Causas por contaminación. En San Nicolás hay causas y también denuncias iniciadas por contaminación ambiental contra compañías como Atanor, Prochem Bío, Carboquímica del Paraná, Motomel y una denuncia contra funcionarios de la repartición oficial que debe controlar el uso del agua. Todas se tramitan en diversos juzgados pero los denunciantes se muestran optimistas respecto del resultado que obtendrán basados en la profusa documentación que aportaron a la Justicia para avalar sus dichos.

Entre ellos, hay un estudio realizado por el Centro de Investigación Medio Ambiental (Cima) de la Universidad Nacional de La Plata, liderado por el biólogo Lucas Alonso, quien hizo un informe final llamativo.

Efectos de empresas. «El trabajo determina que en la zona de San Nicolás es donde más concentración de agroquímicos se encontró, pero no debido a las fumigaciones y sus derivas, sino al impacto de las empresas que los fabrican», resaltó Panigatti. Se encontraron agroquímicos en aire, agua, suelo y en gran cantidad en el modo de lluvia ácida.

Las agrupaciones ambientalistas lograron, a través de sus denuncias y las evidencias de impacto ambiental, que la Justicia se expida con medidas cautelares como la que pesa contra la compañía Prochem Bío, que le prohíbe extraer agua y verter al sistema pluvial y cloacal del Parque Comirsa.

La compañía no tiene otorgado permiso de extracción o descarte de efluentes por parte de la autoridad del agua y además, un informe de la Defensoría del Pueblo indica que no posee planta de tratamiento de efluentes líquidos.

Una medida similar afecta a Atanor, que explota el recurso hídrico subterráneo sin la adecuada autorización administrativa y ejecuta su actividad industrial con notoria sobreexplotación del recurso. Esto genera un daño ambiental en el subsuelo por aumento de la dureza del agua por sobreexplotación.

Según los vecinos, tanto Prochem Bío como Atanor desoyen lo ordenado por la Justicia y continúan con sus respectivas actividades contaminantes.

Suelo, aire y agua. La situación de alerta es mayúscula si se tiene en cuenta que el estudio de Cima observa un alto contenido de agroquímicos en suelo, aire y agua subterránea. También advierte y se explaya en profundidad sobre la composición de lluvia ácida cargada de glifosato, atrazinas, ampa y 2,4 entre otros contaminantes químicos.

El equipo que elaboró el informe trabajó durante varias semanas en un radio de 30 kilómetros en la zona de San Nicolas y Ramallo y obtuvo indicadores que superan ampliamente la contaminación de otras zonas de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.

Glifosato en la orina en el 70% de las personas estudiadas

Un estudio, hecho por la Asociación Civil Bios en el partido bonaerense de General Pueyrredón, determinó que habitantes de zonas urbanas y rurales tenían glifosato o su metabolito en la orina.

“Hicimos una prueba con muestras de orina de personas que viven en ámbitos urbanos y otras que están en zonas rurales, pensando que íbamos a hallar diferentes resultados, pero no: ambas poblaciones tenían glifosato o su metabolito, es decir, lo que se genera en el cuerpo cuando el glifosato se metaboliza”, dijo a Télam, Silvana Bujan, referente de Bios.

La ambientalista contó que “del universo analizado, el 70 por ciento tenía glifosato y el 70 Ampa, el metabolito del glisofato; muchos tenían ambas sustancias y sólo una persona no tenía”. Todos los que participaron de la muestra vivían en ciudades y ninguna había tenido contacto directo con el agrotóxico “El resultado fue una revelación para nosotros, comenzamos a investigar y hallamos que la mayoría de nuestros alimentos industrializados contienen algo con soja, ya sea lecitina, harina o proteína. El agua y los suelos, aunque no sean rociados con glifosato, lo reciben por la lluvia”, dijo.

Bujan citó como antecedente al estudio del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente de la Universidad de La Plata en el que se demostró que los agrotóxicos también evaporan y caen con la lluvia. “El fin de aquel trabajo consistió en estudiar niveles de lluvia desde octubre de 2012 a abril de 2014 en núcleos poblacionales urbanos y periurbanos de la Región Pampeana de la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. El glifosato fue el herbicida más detectado: 90 por ciento de resultados positivos”.


Fuente: La Región

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