Controles periódicos en el área porteña
La desembocadura del Riachuelo y del arroyo Sarandí son puntos en donde la pluma de la contaminación es evidente. «La Dirección General de Control Ambiental monitorea periódicamente la calidad del agua de sus costas en cuatro puntos: Parque de los Niños, Desembocadura de la Reserva Costanera Sur, Club de Pescadores, y Parque Norte», explica a LA NACION Juan Bautista Filgueira Risso, presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la ciudad de Buenos Aires (APRA). «Los contaminantes industriales, como plomo y níquel mantuvieron una tendencia a la baja durante 2015, situación que podría explicarse con el refuerzo en el control ambiental sobre las industrias y el cierre de vuelcos ilegales», agrega.
Debido al estado de la calidad de las aguas afectadas por los residuos cloacales, otra entidad, el Instituto Nacional del Agua (INA), resalta la imposibilidad del uso recreativo del agua en la situación actual. A esto, el presidente de APRA suma que los niveles de contaminación del borde costero responden a un aumento de la población urbana sobre una infraestructura que requiere de mejoras.
«La expansión de la red de saneamiento cloacal anunciada por AySA en marzo, que prevé la construcción de una planta de tratamiento, podrá contribuir con la mejora de los indicadores», sostiene Filgueira Risso
El funcionario se refiere a la planta depuradora que estará en Dock Sud y al sistema que se terminará de completar con la obra de saneamiento del Riachuelo del colector margen izquierdo. Este proyecto es parte del plan de limpieza ordenado por la Corte Suprema de Justicia en 2008 y que ya cuenta con financiamiento del Banco Mundial por 840 millones de dólares. En ese fallo, la Corte ordenó inspeccionar a todas las empresas de la zona con vistas al tratamiento de sus efluentes o a su clausura y erradicar todos los basurales clandestinos y los asentamientos que los rodean.
La Nación