Con un robot, controlan los residuos que tiran las fábricas

Clarín Zonal. Un aparato de avanzada recorre las tuberías del Parque Industrial de Burzaco para detectar desagotes clandestinos. Buscan evitar que arrojen al Arroyo del Rey desechos sin tratar y reducir la contaminación.

A la hora de hablar de robots, el primer impulso es relacionarlos con famosos humanoides que brillaron en el cine. Arturito, en Star Wars o Robotina, de los Supersónicos, serían algunos de los ejemplos más populares. Pero lo cierto es que, lejos de la ciencia ficción, los adelantos tecnológicos permiten que la tecnología se aplique en la vida cotidiana para el desarrollo de tareas que serían difíciles o imposibles de realizar por personas. Un ejemplo de esto fue la prueba piloto que se realizó en Brown con un dispositivo para controlar que las industrias no tengan conductos ilegales para descargar desechos químicos sin el tratamiento reglamentario. Se trata del primer procedimiento de este tipo en el Gran Buenos Aires, a través de un programa de la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR).

El robot mide 40 por 30 centímetros y lo ingresan a las cañerías para verificar que no haya conexiones que no estén declaradas. En caso de encontrarlas, testean las descargas para ver si son contaminantes e intiman a las empresas para que se regularicen. Ya inspeccionaron la que atraviesa la calle Cuyo, desde Luis María Drago hasta el Arroyo del Rey, en el sector más antiguo del Parque Industrial de Burzaco y, este mes, controlarán otra sobre Viel.

«El robot ingresa por una boca con acceso al caño central que desagota en el arroyo. Tiene una cámara que trasmite en vivo y, desde una estación de monitoreo, se ven las imágenes que va captando de todo lo que encuentra», explicó Máximo Lanzetta, director ejecutivo de la Agencia de Política Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Comuna de Brown. Además, agregó: «Durante el recorrido, si detecta algún conducto raro, no identificado o con pérdidas, captura la imagen y la ubicación y nosotros podemos controlar si está habilitado en los planos de inspección general y bajar a tomar muestras».

Según explican desde la Comuna, periódicamente ACUMAR y el Municipio realizan inspecciones de agua, tierra y aire para evaluar qué niveles de contaminación producen las empresas y controlar que cumplan los parámetros exigidos por la regulación vigente. Con este robot, buscan detectar posibles fugas o infractores que pretendan esquivar las pruebas y asegurarse que los valores detectados sean los reales.

A la altura del Parque Industrial de Burzaco nace el Arroyo del Rey, que después atraviesa Lomas de Zamora y desemboca en el Riachuelo. El objetivo es que las industrias traten sus desperdicios para reducir los niveles de contaminación en ese tramo y no afectar así el resto del caudal.
El Sector Industrial Planificado de Almirante Brown (SIPAB), con una superficie de 550 hectáreas, tuvo un crecimiento del 54 % respecto de 2008 y ya son más de 250 las empresas instaladas allí. De ese total, el 14 % genera vuelcos. Esas firmas son las que más controlan. Los conductos elegidos son aquellos que atraviesan el parque, en los cuales se conectan las diferentes fábricas, y donde las cañerías son lo suficientemente grandes para que ingrese el robot.

«Este control, además, tiene una función preventiva. Las empresas ya saben que hay una manera de controlar y se cuidarán de no quebrar las normativas», aclaró Eduardo Storay, Técnico de la Agencia de Política Ambiental y Desarrollo Sustentable. Al respecto, Lanzetta agregó: «Es un ajuste para limpiar infractores». Desde el área, además, indicaron que durante la primera inspección «no se detectaron industrias realizando vuelcos clandestinos» pero aseguraron que continuarán con los controles «desde este mes». «Lo ideal es hacerlo cada seis meses como para conservar una periodicidad», concluyeron.

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