Buscan sobrevivientes en las ruinas de la fábrica que estalló en Texas
Clarín. La planta de fertilizantes explotó en la noche del miércoles. Hay entre 6 y 15 muertos y 160 heridos, varios graves. La cifra de víctimas puede crecer.
Algunos dicen que fue como una detonación nuclear, otros queparecíauna escena de la guerra de Irak. Ambas impresiones de testigos reflejan la magnitud de la explosión en una fábrica de fertilizantes que en la noche del miércoles –tal como informó Clarín ayer en parte de su edición–casi borró del mapa a West, un pequeño pueblo de Texas.
Entre cinco y 15 personas podrían haber muerto, mientras que alrededor de 160 resultaron heridas, según las autoridades. El número exacto de víctimas anoche era aún desconocido .
Cuadrillas de rescate, voluntarios y otras fuerzas del orden, entre ellos la Guardia Nacional del estado, han pasado todo el día peinando la zona para rescatar sobrevivientes o cuerpos que hubieran podido quedar atrapados entre las ruinas de los numerosos edificios destruidos.
El lugar ha sido declarado zona de desastre.
La tragedia se desató a partir de un fuego en la West Fertilizer Company, la planta de fertilizantes que constituía la principal actividad económica de esa zona rural, a 180 kilómetros al sur de Houston. En el momento en que un escuadrón de bomberos voluntarios trataba de sofocarlas, las llamas se extendieron a unos tanques que contenían productos químicos y provocaron la explosión. Esta tuvo una intensidad de un terremoto fuerza de 2.1 en la escala Richter, según lecturas sismológicas.
Imágenes de video del momento del estallido muestran una inmensa bola de fuego visible a varios kilómetros de distancia alzándose a gran altura y provocando varios incendios que ardieron descontrolados gran parte de la noche y la madrugada de ayer.
La explosión barrió más de 70 casas, un edificio de 50 departamentos y varios negocios cercanos. La mitad del pueblo de West, de unos 2.800 habitantes, fue inmediatamente evacuada debido al peligro de los gases tóxicos emanados por las llamas.
Entre tres o cuatro bomberos permanecen aún desaparecidos. La mayoría de los heridos sufre de laceraciones e impactos de objetos disparados por la enorme onda expansiva de la explosión, que estremeció estructuras ubicadas tan lejos como a 80 kilómetros de distancia.
Aunque las autoridades manejan un rango de entre cinco y 15 fallecidos, algunas fuentes médicas dijeron que el número podría aumentar.
El director del hospital Baptista Hillcrest, Glenn Robinson, reconoció que habría entre 10 ó 12 lesionados “en situación crítica”.
“Las heridas que hemos visto son muy serias. Hay un número de pacientes que tendrán que ser operados. Es una situación muy desafortunada”, se lamentó.
“Fue como una bomba nuclear, con una enorme nube en forma de hongo de humo y fuego”, comentó George Smith, un testigo de la explosión.
Por su parte, Dolan Wilson, del departamento de Seguridad Pública de Texas, comparó el efecto del estallido con una escena de guerra. “Fue algo masivo, como si estuviera en Irak”, señaló.
Aunque lo más probable es que se trate de un accidente industrial, los últimos acontecimientos en el país tras el atentado terrorista en Boston y la serie de cartas envenenadas enviadas al Congreso y a la Casa Blanca obligan a ser prudentes sobre su origen.
“En este punto, nada indica que sea el resultado de una actividad criminal, pero no estamos descartando nada tampoco”, aseveró William Patrick Swanton, sargento de la policía de Waco, localidad a unos 20 kilómetros de West.
La planta había sido multada en el pasado por algunas violaciones de seguridad, entre ellas por “no actualizar su plan de manejo de riesgos” y por el “pobre entrenamiento” de sus empleados para situaciones de peligro.
El presidente Barack Obama, que este jueves participó en un servicio religioso por las víctimas de Boston, envió un mensaje de aliento a los residentes del lugar y al personal que trabaja para gestionar la emergencia.
“West es un pueblo que está en el corazón de muchos tejanos en este momento. Mientras sus ciudadanos continúan lidiando con la tragedia, podrán contar con el apoyo del pueblo estadounidense”, prometió el mandatario.