Alarma en San José de la Esquina por el derrame de un potente agroquímico

Un camión con un potente herbicida concentrado volcó el 6 de febrero, y con los días comenzaron a notarse las consecuencias. Produjo afecciones en la salud de las personas.

La comunidad de San José de la Esquina está alarmada por el fuerte impacto ambiental que generó el derrame de un cargamento de herbicida que se produjo hace poco más de 20 días al volcar un camión sobre el tramo urbano de la ruta provincial Nº 92 frente a la fábrica de escapes Tubosil. Sucede que con el correr de los días las consecuencias son visibles y la intranquilidad crece en esta población del departamento Caseros, donde viven cerca de 8 mil personas.

La Capital constató in situ tanto en el lugar del accidente como en sus alrededores que aún persiste el penetrante olor de la sustancia derramada y no menos notorio es el impacto que sufrió la vegetación. A ello se suma como agravante, ya que hubo vecinos que sufrieron afecciones dermatológicas, aunque sin complicaciones, según el director del Samco, Gustavo Graciano. Y también se habrían registrado casos de problemas respiratorios que no fueron confirmados oficialmente.

El agroquímico no sólo quemó la gramilla de la banquina donde cayó, sino que al volatilizarse secó el follaje de sauces y otras especies arbóreas situadas dentro de un radio aproximado de unos 200 metros. Un efecto similar provocó en los pastizales de un canal paralelo a la ruta que desemboca en el río Carcarañá, aunque las consecuencias podrían haber sido mayores si no fuera por el dique de contención que improvisaron los bomberos voluntarios para evitar que el líquido siguiera propagándose.

“No tengo dudas de que (lo sucedido) está directamente vinculado, al menos en la cercanía y periferia del lugar donde ocurrió el accidente, al efecto que provocó este producto”, puntualizó el ingeniero agrónomo local Julián Gazzola, para despejar dudas sobre las razones del fenómeno.

La cantidad de herbicida vertido rondaría los 18 mil litros, que en su mayoría quedaron concentrados en la zona de banquina cuya tierra todavía no se pudo extraer en su totalidad por “cuestiones climáticas”, lo que complicó aún más el panorama.

Según trascendió, la responsabilidad del trabajo recayó en la empresa que sufrió el accidente. Hasta anteayer sólo había sido retirada una carga de 23 metros cúbicos de tierra, lo que resulta insignificante en relación al volumen que se debería extraer para remediar la superficie afectada.

Los testimonios recabados por este diario coinciden en que la situación “es más grave de lo esperado”, y que los daños “podrían ser aún mayores” a los reportados hasta ahora. “Parece que las autoridades no tomaron nota de la gravedad de lo sucedido”, opinó Roberto (no reveló su apellido) mientras mostraba las hojas chamuscadas de un sauce que resultó afectado, como otras plantaciones que pueblan el predio de su casa quinta, situada a dos cuadras del lugar del accidente.

El hombre apeló a su experiencia de productor agropecuario para explicar que “en el campo este producto nocivo se diluye en agua para su aplicación, razón por la cual su expansión en estado puro, como en este caso, es altamente peligrosa para el ambiente y la salud”. Y en ese marco aseguró que tuvo —al igual que otras personas consultadas— síntomas como “dolor de cabeza y sequedad en la garganta”.

Si bien el olor a agroquímico es permanente en la zona del área afectada hay días que, según la dirección del viento, también se siente en otros sectores del radio urbano e incluso en todo el pueblo. Su presencia en el ambiente es tal que hasta sorprendió a un aviador que debió descender al sentirse mareado mientras sobrevolaba a unos 150 metros de altura para inspeccionar si había sufrido daños el sembradío de un campo cercana al lugar del accidente.

“Lo que pasó fue espantoso y ya estamos sufriendo las consecuencias”, dijo Iris, una vecina de calle Rivadavia que no dudó en afirmar que “lamentablemente al tema se lo está tomando con mucha liviandad porque hay intereses creados”.

No menos contundente fue la apreciación de Graciela, quien vive con su familia en cercanías donde ocurrió el derrame y aseguró que tanto ella como su esposo sufrieron problemas de salud y “nadie se acercó, ni siquiera para explicarnos qué tipo de precauciones tomar”. La mujer dijo estar “desesperada” y “no saber cómo actuar” ante esta situación.

El episodio. A las opiniones recabadas se suman otras tantas que revelan el malestar social que reina en el pueblo a causa del episodio ocurrido la madrugada del 6 de febrero y que derivó en un importante operativo de emergencia donde intervino Defensa Civil y Medio Ambiente de la provincia, además de la participación de bomberos voluntarios de San José de la Esquina y Casilda, la comuna y personal policial.

Las tareas llevaron varias horas y una vez finalizadas se liberó la zona vedada al tránsito, y al día siguiente la industria Tubosil, ubicada a pocos metros del siniestro, retomó, autorización mediante, sus actividades, que ahora se encuentran en receso por vacaciones. Si bien habría sido garantizado que los trabajadores no correrían riesgo sanitario, trascendió que algunos operarios habrían tenido que ir al médico por problemas de salud.

El camión que sufrió el accidente llevaba una carga de herbicida 2,4D proveniente de la planta que Atanor tiene en la ciudad cordobesa de Río Tercero. Si bien la mecánica del siniestro es materia de investigación se presume que el camión tumbó tras perder el control a causa de una loma de burro que el chofer no habría advertido por falta de señalización u otros motivos.

“Evitar una psicosis”. El titular del Samco, Gustavo Graciano, confirmó que fueron atendidos cinco pacientes con patologías dermatológicas aunque admitió la posibilidad que haya más casos que no fueron reportados.

El profesional aseguró que el efector “tomó las medidas preventivas, además de ponerse en contacto con el área de Toxicología de la provincia”, e instó a la población a “no desesperarse” para “evitar una psicosis”. Asimismo destacó que la comuna siguió los lineamientos de Medio Ambiente y durante la emergencia se respetaron las normas de protocolo.

Fuente: www.lacapital.com.ar

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