Indemnizan a hombre con 50 mil euros por tener un trabajo ‘demasiado aburrido’
Un hombre recibió 50 mil euros de su ex compañía, luego de demandarles una indemnización por darle un trabajo “demasiado aburrido”.
El hombre argumentó que dicho trabajo lo convirtió en un “zombie profesional”, por lo cual decidió realizar una demanda ante la justicia francesa.
Frédéric Desnard trabajó para la compañía del 2010 al 2014, cuando fue despedido “por no estar motivado”. Fue así que, en 2016, llevó a juicio a la empresa. En ese entonces, el hombre aseguró que, a pesar de que cubría el puesto de “director de servicio general”, sus superiores le asignaban labores personales como recoger a sus hijos del colegio y otras funciones mínimas como llevar un fontanero a casa de su jefe, lo que le hacía sentir que “descendía a los infiernos”.
Desnard reconoció que se sentía “avergonzado” de que le pagaran por “no hacer nada”. Durante el juicio, aseguró que el trabajo le hizo padecer problemas emocionales y de salud. Tuvo “una depresión importante” y en 2014 sufrió “un accidente de tráfico a causa de un ataque epiléptico” que le hizo entrar en coma.
Debido a lo anterior, tuvo que ausentarse en el trabajo por siete meses. Cuando volvió, en septiembre del 2014, se le despidió por ‘ausencia prolongada’, lo que fue el detonante para que demande a la compañía.
Fue así como el tribunal de París afirmó entonces que Desnard padecía de un síndrome llamado “bore-out”, un “fenómeno de fatiga profesional causado por un trabajo aburrido”.
En su defensa, la empresa aseguró que el hombre no hizo saber su falta de motivación en ningún momento ni las consecuencias que estaba sufriendo. Finalmente, el juez que llevaba el caso condenó a la compañía a pagar más de 50 mil euros a su antiguo empleado, quien tiene ahora 48 años y es considerado oficialmente como minusválido, reportó France Info.
Según La Vanguardia, las leyes laborales en Francia son bastante estrictas. En este país, despedir a un trabajador es bastante difícil. Por eso, la mayoría de empresas prefiere no darles nada que hacer, buscando así que se desmotiven y renuncien ellos mismos.