La Biodiversidad Es Fundamental Para Salvaguardar La Seguridad Alimentaria

Nuestro planeta alberga una cantidad de especies, tanto vegetales como animales, las cuales viven en múltiples hábitats naturales, que cuando se alteran o destruyen, ocasionan la pérdida de biodiversidad que es fundamental para los ecosistemas, para los seres humanos y es la base de la diversidad alimentaria y nutricional.

En diálogo con LA NACION en el Día Internacional de la Biodiversidad, Natalia Raissa Huykman, responsable del área de Ambiente de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Argentina , explica su importancia.

– ¿Cuál es la función que desempeña la biodiversidad en los procesos ecológicos que sustentan la producción alimentaria y agrícola?

-La biodiversidad es fundamental para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial, sostener dietas saludables y nutritivas, mejorar los medios de vida rurales y reforzar la resiliencia de las comunidades ante perturbaciones y factores adversos, incluidos los efectos del cambio climático.

Constituye un recurso clave en los esfuerzos para incrementar la producción de alimentos al tiempo que limita los efectos negativos sobre el medio ambiente. Provee múltiples servicios ecosistémicos tales como polinización, creación y mantenimiento de suelos sanos, provisión de hábitats para la vida silvestre, control de plagas, y regulación de inundaciones, entre otros. Aporta múltiples contribuciones a los medios de vida de muchas personas, reduciendo a menudo la necesidad de que los productores agropecuarios dependan de insumos externos que pueden ser costosos o perjudiciales para el medio ambiente.

– ¿Cómo piensa que va a afectar esta pandemia a la biodiversidad?

-Es prematuro hablar del impacto de esta pandemia sobre la biodiversidad de los sistemas productivos. En términos generales, si bien hemos visto imágenes de algunas ciudades visitadas por animales de los ecosistemas circundantes, aguas más cristalinas y cielos más limpios, estos son efectos tan solo temporarios que desaparecerán una vez se retomen todas las actividades económicas en el mundo. Para lograr un efecto profundo de mejora en los ecosistemas naturales es necesario tomar acciones y establecer políticas contundentes que tengan ese propósito. No perder de vista los Objetivos de Desarrollo Sostenible con metas al 2030 y el compromiso que todos tenemos (o deberíamos tener) con las generaciones futuras.

Si bien el último informe sobre el estado de biodiversidad para la alimentación y la agricultura (BAA) reporta un aumento de las prácticas favorables a la biodiversidad, las tendencias negativas muestran números alarmantes en todo el mundo. Por ello es necesario hacer más para detener la pérdida de biodiversidad para la alimentación y la agricultura. Muchos países tienen marcos legales, normativos e institucionales para el uso sostenible y la conservación de la biodiversidad, pero no siempre son adecuados o suficientes. Es necesario poner el foco en las causas del deterioro de la biodiversidad y establecer metas ambiciosas y alcanzables.

– ¿Qué es la biodiversidad asociada y cuál es su importancia?

-Es la amplia gama de organismos que viven en y alrededor de los sistemas de producción alimentarios y agrícolas, ganaderos, forestales, pesqueros y de acuicultura, manteniéndolos y contribuyendo a la producción de los mismos. Esto incluye todas las plantas, animales y microorganismos (como por ejemplo: selvas, manglares, corales, praderas marinas, insectos, aves, murciélagos, lombrices, hongos y bacterias que habitan el suelo). Constituye un componente clave de los ecosistemas ya que ayuda a mantener los suelos fértiles, polinizar las plantas, purificar el agua y el aire, mantener sanos a peces y árboles, y regular las plagas y enfermedades de los cultivos y el ganado.

– ¿Cómo se puede mejorar la gestión en biodiversidad para la alimentación y la agricultura?

-La FAO hace un llamamiento a los gobiernos y a la comunidad internacional para que sean más contundentes en reforzar marcos propicios, crear incentivos y medidas de distribución de beneficios, promover iniciativas en pos de la biodiversidad y abordar los principales factores que provocan su pérdida.

También deben realizarse mayores esfuerzos para mejorar el estado del conocimiento de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura, ya que persisten muchas lagunas de información, en particular en lo que respecta a las especies de la biodiversidad asociada. Muchas de estas especies nunca han sido identificadas y descritas, especialmente en el caso de los invertebrados y los microorganismos.

Es necesario mejorar la colaboración entre los responsables de formulación de políticas, las organizaciones de productores, los consumidores, el sector privado y las organizaciones de la sociedad civil en los sectores de la alimentación, la agricultura y ambiente, para promover un aumento en la biodiversidad de sistemas productivos, pasando de un enfoque local a uno de escala de paisaje. A su vez, podrían explorarse más las oportunidades de desarrollar más mercados para productos respetuosos con la biodiversidad.

– Según los informes de la FAO se está aumentando el uso de muchas prácticas respetuosas con la biodiversidad. ¿Cuáles son y en qué países se realizan?

De los 91 países que participaron en el último informe, un ochenta por ciento indicó que utilizan al menos una de las siguientes prácticas y estrategias: agricultura orgánica, manejo integrado de plagas, agricultura de conservación, gestión sostenible de suelos, agroecología, gestión sostenible de bosques, agrosilvicultura, prácticas de diversificación en la acuicultura, enfoque ecosistémico de la pesca y restauración de ecosistemas.

– ¿Cómo afecta la disminución de las poblaciones de abejas en el mundo? ¿Se puede revertir esa tendencia?

-La desaparición de los polinizadores puede significar la pérdida de algunos de los alimentos nutritivos esenciales para una dieta saludable. El 40% de las especies polinizadoras de invertebrados -en particular abejas y mariposas- corren peligro de extinción. Los cambios en el uso de la tierra, las prácticas agrícolas intensivas, el monocultivo y los plaguicidas han fragmentado y degradado los hábitats de los polinizadores. La globalización y el comercio facilitan la transmisión de plagas y enfermedades, así como el establecimiento de especies exóticas invasoras, lo que supone una especial amenaza para los polinizadores. Además, los fenómenos meteorológicos extremos asociados al cambio climático dificultan la polinización, al provocar un desfasaje entre la demanda (floración de las plantas) y la oferta de los proveedores de servicios (poblaciones abundantes y variadas de polinizadores).

Esta disminución podría tener efectos desastrosos para el futuro de nuestros alimentos, ya que su ausencia pondría en peligro las tres cuartas partes de los cultivos que en todo el mundo dependen -al menos en parte- de la polinización, entre los que se incluyen manzanas, paltas, peras y calabazas. Por otro lado, mejorar la polinización tiene además el potencial de aumentar los rendimientos y la calidad de la producción agrícola, contribuyendo así a una mejor seguridad alimentaria.

El primer paso para revertir esta tendencia es establecer redes de investigación para monitorear, investigar y evaluar a los polinizadores y los servicios de polinización. Los agricultores pueden ayudar a conservar la abundancia, diversidad y salud de los polinizadores, asegurándose de que sus explotaciones les ofrezcan de forma continua recursos alimentarios y refugio.

– ¿Cuáles son las regiones más críticas en cuanto a biodiversidad en el mundo?

-Las regiones del mundo que poseen mayor biodiversidad son aquellas que se sitúan entre los trópicos, constituyéndose en áreas megadiversas, también conocidas como hotspots o puntos calientes de biodiversidad y son, al mismo tiempo, las más amenazadas.

Los principales causantes del deterioro en la biodiversidad para la alimentación y la agricultura se pueden agrupar en factores económicos (crecimiento poblacional y urbanización, mercados y comercio), ambientales (cambio climático, desastres naturales, plagas, enfermedades y especies exóticas invasoras), y productivos (cambios en la gestión y uso de la tierra y agua, contaminación e insumos externos, explotación de recursos).

-¿Cómo es la situación de la biodiversidad en Argentina?

-Argentina presenta una vasta biodiversidad con sus 18 ecorregiones en todo el país. Posee una estrategia Nacional de Biodiversidad y adhiere al Convenio de Diversidad Biológica de Naciones Unidas, un tratado internacional jurídicamente vinculante que busca conservar la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos.

Una de las principales amenazas a la biodiversidad en nuestro país la constituyen las Especies Exóticas Invasoras (EEI), responsables de la alteración de múltiples ecosistemas, la afectación de producciones agropecuarias y la pérdida económica en múltiples actividades. Las EEI son plantas, animales o microorganismos que, habiendo sido trasladados más allá de sus límites naturales de distribución, consiguen establecerse y avanzar de manera espontánea en los nuevos ambientes donde son introducidos causando impactos severos sobre la diversidad biológica, la economía y la salud pública. No todas las especies introducidas se vuelven invasoras, sin embargo el impacto de las que consiguen invadir es frecuentemente muy significativo. Algunas de las principales EEI que actualmente requieren atención son: la ardilla de vientre colorado que genera pérdidas económicas en los partidos de la Provincia de Buenos Aires, el castor que amenaza los bosques de Tierra del Fuego, los tamariscos que reducen el agua freática en regiones áridas del país, el alga didymo que afecta el valor turístico de los ríos patagónicos, el estornino pinto que reduce los rendimientos de múltiples cultivos en la zona agrícola, entre otras.

Por: Jesica Rizzo
La Nación

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