Alarma en el Reconquista: aumentaron 53% los asentamientos en la cuenca



Contaminación en la cuenca del Río Reconquista. Foto: LA NACION / Ricardo Pristupluk

 

Cada vez las aspirinas sirven menos y el dolor avanza. Se infecta, tiene olor, huele mal y eso genera molestias de todo tipo. Pero lejos de ser un «paciente» fácil de tratar, el río Reconquista, ese extenso curso de agua que atraviesa 18 municipios bonaerenses, está en peligro, al borde de entrar en un coma profundo del que después será casi imposible salir.

La falta de planificación histórica de obras hidráulicas y el crecimiento poblacional desordenado a lo largo de la cuenca llevaron a que, en los últimos tres años, se incrementara un 53% la cantidad de asentamientos: de 285 (94.127 familias) a 437 (128.098). Además, hizo que proporcionalmente aumentara el nivel de contaminación (con índices cercanos a los del Riachuelo), las toneladas de basura (casi un estadio de River lleno cada dos días), las enfermedades relacionadas con ella (las de transmisión hídrica, como hepatitis, gastroenteritis, diarreas y parasitosis; las aéreas, problemas respiratorios, asmas, EPOC y obstructivas crónicas; y las raras, por la presencia de metales pesados), y la inseguridad presentes en la zona, según registros de las ONGs Techo y ProyectAR.¿Datos oficiales? No están disponibles. Todo parece moverse en el terreno de la informalidad, de acuerdo con testimonios recogidos de vecinos.

Uno de ellos tiene un arroyo que corre por detrás de su casa y dice que «cuando llueve no puede salir a la calle y los chicos tampoco asistir a la escuela». Otro apunta que es factible «toparse con ratas de gran tamaño, arañas y hasta lagartos gigantes a cualquier hora». También están quienes lamentan que los camiones de recolección no pasen seguido y que los residuos permanezcan dentro de la casa «con moscas y bichos en las habitaciones».

La Nación

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