El drama de los basurales urbanos

En un año de trabajo, Bahía Ambiental Sapem, la sociedad anónima de capitales municipales encargada de la recolección de residuos, ha concretado el retiro de 14 millones de kilos de basura acumulados en los principales basurales a cielo abierto –informales- que desde hace ya muchos años se han consolidado en nuestra ciudad, y en los cuales miles de bahienses suelen volcar sus residuos cotidianos sin tener demasiados miramientos.

La tarea comenzó a principios del año 2014, luego de que se completara un relevamiento que determinó la existencia de al menos cincuenta basurales de importancia en distintos puntos de la ciudad, muchos de ellos desarrollados en barrios muy poblados, convertidos en verdaderos focos de infección y contaminación ambiental.

La cantidad de basura retirada en ese año equivale, de acuerdo con lo señalado por funcionarios de Bahía Ambiental Sapem, a no menos del 16 por ciento de lo que esa empresa recuperó por el servicio de recolección domiciliaria en toda la planta urbana en ese mismo espacio de tiempo, lo cual da una clara idea de la importancia que han tomado estos volcaderos de basuras, y de la preocupación que generan.

Esta cifra corresponde exclusivamente a los basurales más extensos, pero todavía queda mucho por hacer, atendiendo la existencia de otro número elevado de espacios medianos y pequeños, que además van creciendo a partir de la desaparición de los más grandes.

Por supuesto que el origen de estos sectores es consecuencia directa del mal comportamiento de los vecinos, que han hecho costumbre recurrir a ellos para arrojar todo tipo de desperdicios, sin culpa alguna, a partir de un inexistente control y de una completa desaprensión por cuestiones de salud pública.

Queda ahora desarrollar una intervención para, por un lado, evitar que se vuelvan a generar estos sitios y, por otro, darles nuevos usos a estas tierras, ahora despejadas de basura, otorgándoles carácter comunitario, apuntándose en ese sentido a la generación de plazas y paseos que puedan ser aprovechados por los vecinos.

La producción de basura es una cuestión que afecta a las ciudades modernas. De allí que la aplicación de políticas para su tratamiento, por caso de la separación en origen para facilitar su aprovechamiento, una correcta deposición, un servicio de recolección eficiente y la erradicación de basurales clandestinos sean objetivos que no deberían ignorarse.

La Nueva

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