El número de accidentes laborales en Estados Unidos desciende aunque todavía supera el millón de casos al año

En Estados Unidos se produjeron en torno a 3 siniestros laborales por cada 100 trabajadores en 2017, una cifra que representa una ligera tendencia descendente desde el año 2003, atendiendo a los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU ofrecidos en su informe anual.

Aunque se trata de una evolución aparentemente positiva, el número total anual de accidentes que ocasionan baja laboral se mantiene por encima del millón, en concreto, 1.109.207, siendo el sector privado el escenario en el que mayoritariamente se producen, en contraste con la menor incidencia de casos observada en puestos de trabajo del sector público e institucional estadounidense.

Es cierto que Estados Unidos tiene un número de inspectores por cada 100.000 trabajadores muy similar al de la media de la OCDE, si bien existen algunos otros países del contexto internacional, véase Dinamarca, donde la cifra de inspectores es sustancialmente superior, lo que origina una disminución del número de accidentes tanto en valores absolutos como en términos de incidencia.

La inspección, junto con la prevención o el análisis de herramientas estadísticas de siniestralidad laboral, como la denominada Pirámide de Heinrich, según la cual tras cada accidente fatal con causa de mortalidad subyacen alertas previas de mayor a menor importancia reflejadas en el número de accidentes graves, leves, incidencias…, son instrumentos que contribuyen a mejorar una problemática de índole tanto social como económica.

Existen estudios internacionales que muestran cómo el gasto en seguridad y salud laboral -prestaciones, tratamientos, remedios…- derivados de bajas laborales ocasionadas por siniestros y accidentes de trabajo llegan a superar niveles del 2% del PIB, si bien en el caso de Estados Unidos se encuentra cercano pero próximo al 1,5%.

Los distintos sistemas de cobertura existentes tanto en EEUU como en el contexto internacional, algunos de ellos eficientemente sustentados en sistemas privados donde un equipo de profesionales realiza un cuidadoso asesoramiento legal orientado al cálculo y consecución de compensaciones apropiadas , palian en cierto modo las consecuencias fatales de la siniestralidad.

No obstante, aún restan muchas mejoras por implementar en el campo de la prevención, mediante por ejemplo la promoción de actividades, seminarios o cursos, orientados a reducir las cifras de accidentes de trabajo. “El trabajo peligroso mata a millones y cuesta billones”, recuerda la Organización Internacional del Trabajo.

Fuente: www.elcaptor.com

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